sábado, 15 de septiembre de 2012

El odio al Kirchnerismo

¿Notaron cómo algunos dicen que esto es una dictadura, pero pueden expresar lo que piensan sin ningún tipo de temor ni represalia?

¿Notaron cómo algunos dicen que no se puede decir nada malo del Gobierno, pero tildan a CFK de puta, conchuda, hija de puta, ladrona, corrupta, yegua, bipolar, y esgrimen pancartas en las marchas o comparten carteles en las redes sociales deseando su muerte y burlándose de la muerte de su marido, con absoluta impunidad?

¿Notaron cómo los periodistas de la oposición dicen que viven con miedo constante del autoritarismo del Gobierno, pero jamás se les clausuró un diario o una revista en estos 9 años, y jamás ninguno fue secuestrado o desaparecido, ni lo será jamás durante este gobierno?

¿Notaron cómo los cacerolazos en contra de la inseguridad se organizaron solamente cuando se puso el cepo a la compra de dólares? ¿Creen en las casualidades?

¿Notaron cómo algunos dicen que el Gobierno divide y confronta a la sociedad, pero en 2007, cuando la sociedad aún no estaba dividida como hoy, ellos se sumaron a la campaña multimediática opositora que catalogaba a los que defendían al gobierno durante el lock-out como choripaneros, ñoquis pagos, corruptos sin ideología y negritos pata sucia que apoyaban al gobierno por un plan trabajar?

De repente, cualquiera que no apoyara "al campo", era un "ultra-k pagado", aunque ni siquiera fuera kirchnerista ni estuviera afiliado al justicialismo. ¿No fue eso acaso lo que contribuyó a dividir a la sociedad, trazando una línea divisoria arbitraria entre "piqueteros K" y "vecinos autoconvocados"; entre "corruptos sin ideología" y "gente de bien"?

¿Notaron cómo los caceroleros de 2012 al ser entrevistados no son capaces de asumir abiertamente lo que en realidad buscan, y se contradicen infantilmente?:

"Nosotros no queremos destituir a nadie, solamente queremos que Cristina se vaya" (Señora cacerolera dixit - 13/09/12). / "Nos preguntan si somos golpistas... ¡Sí, somos golpitas, pero golpistas en favor de la democracia!" (Señor cacerolero dixit - 13/09/12)

Quizás por eso las marchas en reclamo de dólares son disfrazadas de marchas contra la inseguridad. Tal vez porque saben que esa consigna, aunque falsa, sumará más gente que el reclamo minoritario de poder comprar dólares, algo que no todos pueden hacer, y algo que no a todos quita el sueño.

Quizás por eso cada cacerolero entrevistado por los medios decía reclamar por algo distinto, incluso a veces relamos contradictorios entre sí, pero unidos en su odio visceral e irracional contra el Gobierno.

¿Por qué no asumen lo que quieren? ¿Por qué ese esfuerzo sobrehumano en disfrazar algo que es tan evidente? ¿No tienen valor para asumir que buscan un golpe de estado, que terminan contradiciéndose en forma tan patética? ¿Acaso saben en su fuero interno que lo que buscan no tiene verdadero apoyo popular, que lo tratan de disfrazar tan burdamente?

Sólo se me ocurre una explicación: Si tuvieran la conciencia tranquila con eso que pretenden, y supieran que su verdadero reclamo, el que ocultan no tan hábilemente, tiene apoyo popular genuino, no lo disfrazarían de algo que no es para sumar boludos útiles e incautos que son usados para defender los intereses más nefastos y antidemocrácitos de la derecha golpista de este país.